La expectativa era grande con el regreso de Lina Cantillo a las pasarelas de Colombiamoda, o por lo menos para mi lo era. Después de una bellísima colección Rouge que la diseñadora presentó en Bogotá Fashion Week, esperaba una propuesta exquisita en texturas que nos volviera a recordar a la Lina que queremos vestir.

"El ropero masculino a través de historias", nombre de la colección que presentó en la edición número 28 de la feria, no dio precisamente un hilo conductor entre el renacimiento y el imperio romano; en su lugar nos dejó una desconexión entre un look y otro donde los cuellos, los cortes y las siluetas de otras décadas quedaron mejor representados en libros de historia.
Si pudiera resumir la colección en una sola prenda con esta me quedo.
En los archivos de la moda colombiana siempre tendremos a Lina Cantillo como un referente de sastrería perfectamente confeccionada y la idea de un hombre impecable en cuanto al vestir. Esta idea empieza perderse poco a poco y a quedarse solo en el imaginario cuando se intenta "adornar" a ese mismo hombre por el solo hecho de convertirlo en alguien más interesante. ¡No creen?
Me gustaría pensar que la diseñadora puede volver a retomar la esencia de su hombre, que puede ofrecer, más que adornos, técnicas y gusto por el traje masculino.
Sala de prensa
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