Con una interpretación del arte y la moda, el lujo y la efímera industria creativa en la que vivimos, el diseñador Dries van Noten conversaba con S Moda sobre lo que han significado sus últimos 30 años de carrera. De 57 años, el diseñador belga es una de las mentes creativas independientes de la moda parisina que mira con recelo la industria del entretenimiento, celebra el arte que se labra con las manos y el sosiego que produce al tacto un tejido, los jacquards o bordados de las colecciones que crea desde la década de los 90.
Mientras leía las respuestas de van Noten en esta retrospectiva de su carrera, no dejaba de pensar en el lujo que imprime en cada una de sus prendas y, que en últimas, no es más que un reflejo del estudio y conocimiento de técnicas artesanales. Me pregunto entonces, ¿este lujo es exclusivo y se reserva cuidadosamente en fábricas de seis pisos a las afueras de París?
Inevitablemente pensaba en el mercado masculino y de lo que muchos creen en una acelerada necesidad de lo práctico y funcional. ¿Se restringe aún más el pensamiento de lo que es exquisito para el público masculino? Fue inmediatamente que pensé en una propuesta que vio la luz hace unas cuantas semanas. De etiqueta colombiana e inspiración noble nace DAUPHIN, una marca de indumentaria masculina que refleja opulencia y exquisitez en cada prenda. No esperen una marca que cae en lugares comunes para vestir a los hombres; estampados, brocados y tejidos de punto le dan a su hombre un gusto por lo refinado e inesperado.
Pensaba en Dris van Noten y ahora pienso en Juan Pablo y Nelson, creadores de DAUPHIN, quienes se esmeran por crear prendas especiales para momentos especiales.
Celebro que en Colombia aparezcan este tipo de propuestas para nosotros los hombres, propuestas que se suman a un revivir del buen gusto masculino y a la nueva generación de talentos colombianos que le apuestan a este segmento del mercado que cada vez reclama con más rigurosidad propuestas diferenciadoras. ¡Bon chance, Dauphin!
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